¿En qué consisten los fondos cotizados?
A mediados de junio comenzó a cotizar en Wall Street un fondo cotizado que reúne a empresas de biotecnología y farmacia que desarrollan vacunas contra el Covid-19, haciendo posible seguir en la bolsa esta carrera mundial.
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Recientemente se hizo posible seguir en bolsa la carrera mundial por la vacuna y el tratamiento contra el Covid-19, sin tener que intentar acertar con los ganadores. El 18 de junio en Wall Street se comenzó a comercializar un fondo cotizado (o ETF, por sus siglas en inglés) que reúne a empresas de biotecnología y farmacia que tienen avanzadas investigaciones sobre enfermedades infecciosas como el coronavirus.
Esta cesta de valores lleva la firma de ETFMG, cotiza en la bolsa de Nueva York y replica al índice PGERM, que desde su creación, a finales de 2019, ya repunta cerca de un 70% y se ha situado en zona de máximos de su corta historia.
Pero, ¿qué es un ETF?
Un fondo cotizado o ETF es un tipo de fondo de inversión que puede ser comprado o vendido de la misma forma que una acción, negociando en las bolsas de valores a través de un broker financiero. Mezcla la diversificación de los fondos mutuos y la facilidad de transacción de las acciones.
Sin embargo, a diferencia de la compra de una acción, donde se invierte en una empresa en particular, sin diversificación y por ende con alto riesgo, al comprar un ETF se está invirtiendo en un sector del mercado, diversificado y por ende de menor riesgo. Así, se podría comprar una acción de un banco X, por ejemplo, y comprar un fondo cotizado de la banca en su totalidad.
Este tipo de fondos fueron desarrollados a principios de 1990, y a finales de 2019 ya representaban más de US$4 billones en activos sólo en Estados Unidos. Son utilizados por todo tipo de inversionistas: pequeños, medianos, grandes, institucionales, etc, ya que entregan una exposición fácil y rápida a mercados completos de activos.
¿Cómo operan?
La mayoría de los ETF son indexados, es decir, son fondos que replican la rentabilidad de un índice financiero, ya sea de acciones, bonos o commodities. Como no se puede invertir directamente en un índice, el fondo cotizado replica el rendimiento del índice para obtener todo ese mercado en una sola operación. De esta manera, no es necesario tener que predecir el rendimiento de una empresa en particular para obtener ganancias.
Otra diferencia está en que el costo inicial y los gastos por comisiones en los ETF son más bajos que los de las acciones. En el caso de un ETF, el costo cubre la licencia del índice que sigue, los gastos administrativos propios de un fondo (abogados, custodios, gastos de bolsa, etc) y el sueldo de los managers, que tienden a trabajar en la administración de varios ETF a la vez.
Así, a modo de ejemplo, el ETF Vanguard Total Stock Market ETF (VTI), que sigue a un índice de acciones norteamericano, tiene un costo de 0,04% al año. O sea, por cada mil dólares administrados en este ETF, se cobran 40 centavos al año por concepto de administración.
¿Cómo se invierte en un ETF?
La mayoría de los fondos cotizados se dividen entre fondos de acciones, y fondos de bonos. Los primeros suponen casi el 80% del total de ETFs y replican índices de renta variable, como el Euro Stoxx 50, que agrupa a las 50 empresas más importantes de Europa.
Y los segundos, por su parte, imitan índices de conjuntos de entidades que emiten deuda, como el Vanguard's Total Bond Market Index (BND), que invierte en todos los segmentos y vencimientos de la renta fija de empresas y deuda gubernamental de Estados Unidos.
Dicho esto, los pasos son los siguientes:
1. La negociación se realiza dentro del mercado en el que se tasa cada ETF mediante un bróker, que puede contratarse a través de un banco o de manera independiente.
2. Al existir una gran cantidad y variedad de ETFs, el corredor presenta un número limitado de opciones, ya sean fondos cotizados de commodities o industrias. Asimismo, podrán enfocarse en mercados europeos, americanos o emergentes.
3. Si bien el precio del fondo cotizado se publica al cierre de cada sesión, se pueden comprar en tiempo real al precio que fije el mercado en cada momento, cuyo valor se estima en base al precio anterior aplicando las variaciones del índice.
4. Las comisiones que aplica el bróker son, por regla general, menores a las que se pagan por operar con acciones, pero dependerá del mercado en el que cotiza el ETF en cuestión (local o internacional).